miércoles, 25 de marzo de 2009

¡Otro gallo cantaría!

“Torea usted muy bien”, es un eufemismo periodístico utilizado con demasiada frecuencia en las entrevistas a políticos para indicar lo que popularmente sería definido como, por ejemplo: irse por las ramas, por la tangente o tener mucho morro. Estos reiterados escaqueos responden al elevado nivel de permeabilidad y tolerancia ciudadana hacia los comportamientos políticamente deshonestos, pues al no tener un coste electoral relevante se repiten y proliferan. Existe una manifiesta dicotomía social a la hora de evaluar lo político y otros ámbitos de la vida. En el colegio, el instituto, la universidad, el trabajo, la comunidad de vecinos o las relaciones personales no se aprueban ni convalidan las indefiniciones, las mentiras y mucho menos la apropiación indebida de lo que nos pertenece, y, sin embargo, la conducta ante prácticas semejantes cuando se trata de la actividad política no levanta el mismo grado de rechazo y castigo.
Es necesario entablar un combate pedagógico dirigido a desarrollar una cultura que valore, aprecie, respete y defienda la titularidad pública y el leal compromiso con la comunidad. Si la ciudadanía tuviera la sensación de que lo estatal es de su propiedad y no algo ajeno, ¡otro gallo cantaría!