La Voz de Cádiz>Opinión>cartas del lector
El protagonista del video, un autómata de unos cuarenta centímetros de
altura, con articulaciones y forma humana, se presenta al niño mostrando amabilidad
y cercanía: Hola, estoy encantado de estar en tu casa y de ser tu amigo. Sin duda, es una gran ventaja que los menores
puedan interactuar con robots que favorecen el aprendizaje y ofrecen múltiples
alternativas de distracción, sin embargo, parece conveniente permanecer atentos
procurando que no lleguen a traspasar la puerta que conduce a la residencia del
aislamiento y la confusión, porque no es lo mismo la amistad que la asistencia prestada
por un androide dotado de inteligencia artificial pero carente de emociones y
sentimientos, porque no es equiparable un abrazo afectuoso con un saludo digital.