lunes, 18 de septiembre de 2017

El sello de la normalidad

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Que un concejal de La Laguna (Tenerife) escriba en un chat “yo a follar, jejejejeje, con empleadas que pongo yo y enchufo en el ayuntamiento”, es algo que me parece lamentable aunque de ninguna manera asombroso, pues se trata de una forma de sentir y actuar con un profundo arraigo en la sociedad, una expresión consustancial a una cultura de predominio de género así como a un entorno de desequilibrios y necesidades económicas.  Hay cuestiones que, aun siendo detestables, cuentan con el viejo sello de la normalización y tolerancia social. En realidad, me sorprendió bastante más que una mujer vomitara  en una red social sus perversos y corrosivos sentimientos hacia otra mujer, deseando que la política y diputada catalana Inés Arrimadas fuera víctima de una violación en grupo por la noche. “Se necesita otra educación para otra sociedad y otra sociedad para otra educación”, dijo el pensador en su día.